“La llegada del hombre a la Luna cerró una etapa de investigación espacial, lo que nos muestra James Webb abre una nueva etapa que no sabemos hacia dónde nos llevará”, le dijo el astrofísico de la UNSAM Rodrigo Díaz a la periodista María O’Donnell. De fondo sonaba Alpha de Vangelis, uno de las cortinas musicales de la inolvidable Cosmos de Carl Sagan. ¿Quién es James Webb? Un telescopio desarrollado en colaboración por veinte países, ​construido y operado conjuntamente por NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense para sustituir los telescopios Hubble y Spitzer.

Las primeras imágenes del James Webb mostraron la imagen infrarroja “más profunda y nítida del universo primitivo”. “Estamos mirando más de 13.000 millones de años atrás en el tiempo. Son imágenes en las que podemos ver estrellas muriendo, exoplanetas y agrupaciones de galaxias. Además, el telescopio permitirá apreciar de qué están hechas las atmósferas planetarias”, explicó Rodrigo Díaz, que, desde este año dirige la Licenciatura en Ciencia de Datos de la Escuela de Ciencia y Tecnología (ECyT) de la UNSAM.

Micronaves espaciales y vida en otros planetas

“El estudio de los exoplanetas se va cruzar cada vez más con el análisis de datos”, dijo Rodrigo Díaz en #ImaginarFuturo, la serie de entrevistas en la que la UNSAM le propuso a investigadorxs, docentes, estudiantes y no docentes proyectar un futuro a 30 años. “En ese futuro vamos a estar explorando la atmósfera de planetas parecidos a la Tierra en otros sistemas solares y vamos a conocer si tienen vida o no. Para eso vamos a necesitar todo el instrumental que se está desarrollando pero también herramientas de análisis de datos muy sofisticadas que espero poder desarrollarlas acá, en la UNSAM. Y también imagino que vamos a poder mandar micronaves, muy livianas, aceleradas por la radiación solar, que lleguen a otras estrellas. Y esas naves tomarán decisiones autónomas basadas en la ciencia de datos”.