Científicxs de nuestra Escuela de Nano y Biotecnologías (EByN) y del CONICET desarrollan la vacuna proteica ARVAC Cecilia Grierson contra el COVID-19, diseñada para proteger contra las variantes de SARS-CoV-2 que circulan en la región. Una de las voluntarias de la última fase de prueba, integrante de la Gerencia de Comunicación de la UNSAM, explica por qué decidió ser parte de este hito de la ciencia y la tecnología nacional que, en pocos meses, podrá aplicarse como refuerzo en todo el país.

“Tomé la decisión de sumarme a esta convocatoria por muchos motivos: primero, porque trabajo desde hace más de diez años en la Universidad Nacional de San Martín, en cuyos laboratorios la vacuna empezó a gestarse desde cero (las vacunas extranjeras se desarrollaron en tiempo récord, sí, pero sobre plataformas ya existentes); segundo, porque conozco la trayectoria académica y de investigación aplicada de Juliana Cassataro, investigadora UNSAM-CONICET a cargo del proyecto, que trabaja desde hace décadas en el desarrollo de vacunas seguras; tercero, porque entiendo que poder tener una primera vacuna nacional, íntegramente desarrollada en el país, será un logro importantísimo: diremos adiós a las importaciones y tendremos vacunas de producción local a menor costo y con una plataforma que podrá adaptarse al desarrollo de muchas otras vacunas; cuarto, porque la generación de nuevas líneas de trabajo e investigación aplicada siempre se traduce en nuevos desarrollos tecnológicos con impacto en la industria y en la formación de equipos de investigación altamente capacitados. Sé que las futuras generaciones lo van a agradecer.”

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