Nuestro país registra el índice de inflación más alto de las últimas tres décadas. Los argentinos no podemos hablar de otra cosa. Mientras el INDEC medía variables técnicas, el proyecto Ciencias Sociales en Tiempo Real de la Escuela IDAES y el Programa PASCAL de la UNSAM investigó cómo los aumentos de precios impactan en la vida cotidiana, el humor social, la perspectiva de futuro e, incluso, los vínculos. ¿De qué manera estos aumentos condicionan la lealtad del electorado oficialista y la nueva gestión del Ministerio de Economía?
“La inflación se refuerza como proceso que impacta en los bolsillos, en el orden cotidiano, en el tiempo dedicado a los vínculos y en las relaciones afectivas. La inestabilidad y el desajuste constante de la relación ingresos-gastos generan desorden: el 78,6 % siente que es muy difícil organizarse con los gastos diarios y el 70,7 % admite tener que dedicar más tiempo que antes a la búsqueda de precios. La omnipresencialidad del fenómeno inflacionario hace que también sea un tópico que altera lo doméstico: el 82,6 % siente que se habla mucho en familia sobre los aumentos de precios, 7 de cada 10 personas reconocen que la falta de dinero genera fricciones. En julio de 2022 la preocupación por el futuro de los precios alcanzaba al 83,8 % de los argentinos”, apuntó Ariel Wilkis, decano de la EIDAES y uno de los investigadores a cargo del proyecto.
Leé el análisis completo en “Récord de inflación. Política y humor social cuando los precios vuelan” (Revista Anfibia)