Un equipo de científicxs liderado por Marina Clemente, especialista en biotecnología vegetal del Instituto Tecnológico Chascomús (INTECH-UNSAM) y el CONICET, desarrolló un prototipo de vacuna oral contra la enfermedad parasitaria que afecta a un 30 % de la población mundial. La prestigiosa revista Frontiers in Plant Science publicó los resultados de las pruebas en ratones y el ministro de Ciencia Daniel Filmus celebró el aporte.
“La toxoplasmosis es una enfermedad que pasa desapercibida, salvo para las personas inmunodeprimidas y las embarazadas y sus bebés, que corren los mayores riesgos”, explicó Clemente en esta nota. “Si logramos obtener financiamiento adicional y establecer alianzas con empresas farmacéuticas del sector privado, así como avanzar en el proceso industrial, las pruebas y procesos regulatorios, el prototipo que desarrollamos podría transformarse en una vacuna para animales y luego, quizás, en una para humanos, así como también en tratamientos.”
Una plataforma vegetal todo terreno
Las capacidades biotecnológicas de la UNSAM no se reducen al estudio de la toxoplasmosis: investigadorxs del INTECH avanzan en el desarrollo de una plataforma vegetal para la producción de vacunas contra todo tipo de enfermedades infecciosas —desde el Síndrome Urémico Hemolítico hasta el COVID-19—. Esta novedosa iniciativa se suma a otras implementadas en la Universidad para desarrollos como la vacuna Delta PGM contra la brucelosis bovina o la vacuna argentina contra el COVID-19 más avanzada: la ARVAC Cecilia Grierson.