Hace más de 65 años, El Eternauta imaginaba una Buenos Aires amenazada por una extraña nevada tóxica. En 2023, cuando la ANMAT aprobó ARVAC, la primera vacuna argentina de refuerzo contra el COVID-19, decidimos comunicar la noticia inspirándonos en la mítica historia de Héctor G. Oesterheld y Francisco Solano López. Porque también enfrentábamos una amenaza y, como Juan Salvo, sabíamos que nadie se salva solo.

Desarrollada por investigadorxs de la UNSAM, el CONICET y el Laboratorio Pablo Cassará, ARVAC fue posible gracias a la construcción de una red de más de 500 científicxs y profesionales, y más 20 instituciones públicas y privadas de ciencia y tecnología.

Hoy el COVID no parece una amenaza, pero el virus continúa circulando y mutando. Por eso es clave contar con vacunas que puedan adaptarse a nuevas variantes en tiempo récord. Gracias a su plataforma segura, eficaz y pensada para protegernos, ARVAC permite esa actualización.

Por eso, ARVAC no es solo una vacuna: es la prueba de lo que podemos lograr cuando funcionamos como sujeto colectivo.

¿Cómo comunicamos ciencia en la UNSAM?

Desde la investigación en salud e industria hasta los debates en ciencias sociales y humanidades, nuestra universidad lidera proyectos que impactan de manera directa en la vida cotidiana de muchxs.

Para que todo ese conocimiento salga de las aulas y laboratorios, y llegue a la mayor cantidad de personas, en la UNSAM también buscamos nuevas formas de divulgar lo que hacemos. Porque cada avance, por más mínimo que sea, puede significar un cambio importante en la vida de nuestra comunidad.

La primera vacuna 100 % nacional fue mucho más que un #OrgulloUNSAM y así te lo contábamos.