En 2020, las universidades argentinas incorporaron la formación virtual a sus plataformas de enseñanza. La experiencia marcó el interés del sistema educativo por sostener el vínculo con el conocimiento y dejó al descubierto un hecho insoslayable: en un futuro cercano, las formas educativas tradicionales y las nuevas modalidades de enseñanza tendrán que definir un rumbo común.
“Esa combinación integrará el conjunto de las políticas académicas y, como tal, tendrá la misión de garantizar el cumplimento del derecho a la educación superior. No se trata de un tema de formas, sino de fondo, de políticas y de sentidos que requieren ser puestos en marcha”, analizaron Silvia Bernatené, decana de la Escuela de Humanidades (EH) de la UNSAM, y Jorge Steiman, profesor de Didáctica y Ciencias de la Educación de la misma escuela, en esta columna para Página12.
Si te interesa ampliar el tema, te recomendamos leer la nota “Escuelas, cooperadoras y grupos de Whatsapp: ¿Las familias pueden definir las políticas educativas?” (Revista Anfibia), en la que Iván Stoikoff, docente y especialista en políticas educativas, y Florencia Abraldes, integrante del colectivo Familias por la Escuela Pública, analizan la nueva fase experimental de la educación.