Un lugar en la política que estaba vacante mucho antes de la llegada de Milei. Una pandemia que puso en tensión la vulnerabilidad subjetiva y el mandato social de autosuficiencia. Una precarización generalizada que culpabiliza al Estado sin contemplar la incidencia del poder económico y financiero. Esas fueron algunas de las condiciones de posibilidad del triunfo de La Libertad Avanza. Contra las interpretaciones rápidas que intentan explicar los resultados de las PASO, la coordinadora del Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos (LEDA) de la UNSAM, Micaela Cuesta, traza, con las herramientas de la sociología, un mapa para leer lo que pasa.
“Las condiciones de posibilidad ideológicas y económico sociales para la emergencia de Milei vienen de lejos y fueron dejando señales en el camino: la más estridente y hoy reeditada en su peor versión es el ‘que se vayan todos’ del 2001. Un eslogan refuncionalizado en un escenario transformado. El sonido del rugido no es del león sino del crujido de un sistema democrático asentado en una sociedad capitalista que funciona con el combustible de esa ideología neoliberal parida por la dictadura e inoculada por gobiernos más o menos democráticos que, con dificultad, le siguieron.”
La nota completa, en Revista Anfibia.
Ruge la leonera
Lucas Reydó, doctor en Ciencias Sociales e investigador asistente del LEDA, también analizó el resultado de las elecciones primarias, en las que el candidato a presidente por La Libertad Avanza, sin estructura política, pero con una fuerte estrategia comunicacional, se ubicó como el más popular entre lxs argentinxs con el 30,04 % de los votos.
Por su parte, lxs docentes e investigadorxs de la Escuela IDAES Mariana Gené y Gabriel Vommaro observaron la performance de Juntos por el Cambio, que, contra todo pronóstico y en claro corrimiento por derecha, no logró ser la fuerza más votada ni erigirse como la principal opositora en las PASO.