En la Argentina hay alrededor de 30 mil pacientes dializadxs, de los cuales solo el 40 % sobrevive más de cinco años. Se calcula que unas 6 mil personas están en lista de espera para un trasplante de riñón, pero solo se concretan unas 1400 cirugías por año. ¿Por qué se hacen tan pocas? Porque faltan órganos en condiciones de ser trasplantados. Un grupo de investigadorxs de nuestra Escuela de Bio y Nanotecnologías (EByN) dirigido por Adrián Mutto, director del Laboratorio de Biotecnologías Aplicadas a la Reproducción y Mejoramiento Genético Animal de la EByN, en colaboración con colegas europeos y con médicxs, veterinarixs y productorxs agropecuarixs locales, busca producir los primeros cerdos modificados para xenotrasplantes, lo que permitirá salvar muchas vidas.

Aunque la idea de utilizar órganos porcinos para paliar el grave déficit de corazones y riñones para trasplante no es nueva, hasta ahora la tecnología no había alcanzado la madurez requerida. “Hoy tenemos todas las patas del proyecto cubiertas: científicos, médicos y trasplantólogos prestigiososo como Adrián Abalovich, coordinador de la Comisión de Xenotransplantes de la Sociedad Argentina de Trasplantes, jefe de Emergencias del Hospital Eva Perón de San Martín. Además, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía está preparando junto con la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) un sistema regulatorio detallado que va desde la producción de los embriones hasta la obtención del órgano para trasplante en humanos” contó Mutto, que adelantó: “En el término de un año y medio, esperamos tener los primeros órganos aptos para transplante”.

El grupo ya cuenta con inversores norteamericanos interesados en completar la primera etapa —la generación de cerdos genéticamente editados— y con el asesoramiento de Joachim Denner, profesor del Instituto Alemán Robert Koch y uno de los virólogos más respetados en el mundo. Denner será el encargado de analizar las líneas embrionarias y los cerdos para certificar que estén libres de retrovirus endógenos recombinantes porcinos y de gérmenes patógenos para el ser humano. El equipo también firmará convenios de cooperación con la Fundación Favaloro, el Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC) y el Instituto de Trasplantes de Alta Complejidad (ITAC), que aportarán profesionales y material quirúrgico para los ensayos preclínicos.

Más info sobre el proyecto, en El Destape.