El censo de población, hogares y viviendas es el operativo estadístico de mayor envergadura e importancia que realiza un país. Permite conocer cuántas personas habitan el territorio, cuáles son sus características demográficas y socioeconómicas básicas, cómo es su distribución espacial y en qué condiciones viven. En esta nota, lxs docentes de la Escuela IDAES Gabriela Benza y Germán Rosati explican la importancia de este autorretrato colectivo y las actualizaciones de la última edición argentina.

“El operativo censal implica realizar una cartografía de todo el país, movilizar y entrenar a una inmensa cantidad de censistas, y compilar y procesar un enorme volumen de información. Su propósito es cuantificar y brindar información básica sobre todas las personas que habitan un país en un momento dado, y también cuantificar y caracterizar a todos los hogares y viviendas. Es decir, el censo es un relevamiento que brinda información sobre tres unidades: personas, hogares y viviendas”, explica Rosati. Por su parte, Benza señala: “A diferencia de las encuestas que se realizan sobre una muestra de la población, el censo es el único relevamiento sobre todos los habitantes del país. Es una herramienta básica para el diseño y la planificación de políticas sociales, económicas y urbanas.”

Este jueves se supo cuántxs somos: 47.327.407. Dentro de tres meses, sabremos el número de personas por provincia y su sexo. Dentro de ocho meses, se anunciarán los primeros datos definitivos y, en un año y medio, estarán las cifras finales. Mientras tanto, te recomendamos leer “Censo 2022: ¿Quiénes somos?” (Revista Anfibia).

Las novedades del Censo 2022

1. Fue el primero en contabilizar a las personas según el lugar donde residen la mayor parte del tiempo —las ediciones anteriores empadronaban a las personas en el lugar en el que habían pasado la noche previa—. 2. Por primera vez, el censo se realizó mediante un operativo mixto que combinó la instancia presencial con una instancia virtual —el cuestionario digital permitirá un recuento más ágil y una difusión más rápida de los resultados—. 3. Incorporación de nuevas preguntas —las más importantes fueron las referidas a la identidad de género, que permitirán mostrar que la sociedad argentina no es estrictamente binaria— y la ampliación de las preguntas sobre el autorreconocimiento étnico, que en el censo de 2010 estaban restringidas a algunas áreas del país y ahora se extendieron a toda la población.