María Ángeles Ramírez es licenciada en Química y en 2016 llegó al Instituto de Nanosistemas (INS) de la UNSAM para hacer su doctorado. Allí encontró un espacio en el que la divulgación científica y la participación activa en el territorio eran parte del trabajo cotidiano.

“En un curso de formación alguien dijo ‘Hacer divulgación es como plantar muchas semillas, pero sin mirar atrás’. Nosotros no sabemos si vamos a despertar una vocación específica o si en el futuro esxs chicxs o adolescentes de San Martín elegirán una carrera en la ciencia, pero siento que esto sirve para transformar realidades”, cuenta María Ángeles. En 2016, junto con su colega Rodrigo Medina, la investigadora trabajó codo a codo con tres estudiantes de la Escuela Secundaria Técnica de la UNSAM para que pudieran participar del concurso “Nano x un día”, una iniciativa de la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN), cuya consigna era “¿Cómo transformar la realidad cotidiana usando la nanotecnología?”.

Melody, Tamara y Brisa sabían muy bien lo que querían transformar: las casas de sus compañerxs. Muchas tenían techos de chapa y, cada vez que llovía, las goteras y las filtraciones inundaban todo. La idea que desarrollaron con la ayuda de María Ángeles y Rodrigo fue brillante: una espuma de poliuretano para chapas deterioradas y un recubrimiento de barniz sintético con nanopartículas de óxido de titanio para proteger la espuma. Este desarrollo no solo les permitió ganar el concurso, sino encontrar una solución para un problema de su comunidad.

También te invitamos a conocer la historia de Gonzalo “Lalo” Orta, conocido por muchxs como “el corazón de la Escuela Secundaria Técnica de la UNSAM”. Acá, el hilo.