El llamado en 2015 a movilizarnos contra los femicidios en la Argentina dio forma a un movimiento joven y masivo que cambió nuestra manera de actuar, pensar y vincularnos. ¿Cómo impactó la marea verde en las universidades? Las especialistas de la UNSAM Mariana Caminotti (EPyG), Verónica Gago (IDAES), Mariana Álvarez Broz (IDAES), Eleonor Faur (IDAES), Graciela Di Marco (EH), Ana Laura Rodríguez Gustá (EPyG) y Ludmila Fredes (DGyDS) analizan en este hilo las nuevas formas de acción política y de pedagogía feminista en un espacio clave de resistencia, conversación y escucha.
Para Caminotti, “la universidad pública se transformó en caja de resonancia de las políticas feministas: se crearon áreas de género y sexualidad; se diseñaron protocolos ante casos de acoso sexual y violencia; se impulsó la mirada de género en cursos y planes de estudios”. Sin embargo, es claro que no se trata de una lucha ganada: “Los asesinatos de mujeres y LGBTIQ+ no se detuvieron, tampoco las brechas salariales, y el acceso de las personas trans a la educación formal sigue siendo una quimera. Aún así, creo que somos una sociedad capaz de proyectar otro futuro”.
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¿Y si consultamos por los puestos jerárquicos en las universidades? Según datos de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), 4 de cada 10 autoridades superiores son mujeres. La brecha se amplía cuando se trata de los cargos más altos: solo hay un 11 % de rectoras y un 31 % de vicerrectoras.