El docente e investigador del Centro de Estudios de los Mundos Eslavos y Chinos (CEMECH) de la Escuela de Humanidades (EH) de la UNSAM, autor de Quien no extraña al comunismo no tiene corazón (2021) y Todo lo que necesitás saber sobre la Revolución Rusa (2017) aporta algunas claves para entender el origen del conflicto geopolítico que hoy sacude a Europa.

“Hay que tener en cuenta a los distintos actores y el grado de responsabilidad que tienen. Rusia, y particularmente Putin, es un actor importante y tiene una gran responsabilidad porque es el que ordenó el despliegue militar y tensionó la situación. Pero los otros grandes actores son Europa y Estados Unidos, es decir, la OTAN”, dice Baña, que observa: “La OTAN había prometido, en el final de la Unión Soviética (URSS), no meterse en la zona de influencia ruso-soviética, pero eso no sucedió. La OTAN estuvo provocando torpemente a Rusia e incluso incorporando países de la esfera soviética. Rusia pidió una cosa muy sencilla: que la OTAN le garantizara por escrito que Ucrania no sería incorporada a esa alianza. Ucrania no es significativa para la OTAN y, sin embargo, se negó a entregar esa garantía escrita”.

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