Estudiantes de la Licenciatura en Ortesis y Prótesis de nuestro Instituto de Ciencias de la Rehabilitación y el Movimiento (ICRM) diseñaron y entregaron tres prótesis gratuitas a Félix Joel, un nene de ocho años que nació con discapacidad en ambas piernas y en uno de sus brazos y que, hasta hace poco, ni siquiera tenía una silla de ruedas para poder desplazarse con autonomía. Se trata de una colaboración única en su tipo: una cadena de favores traccionada con el corazón, el compromiso y el conocimiento de docentes y profesionales de la salud que aportan al bienestar de toda la comunidad en un contexto social complejo.
“Es muy lindo tener mi brazo y que podamos llegar a esto”, dice Félix, y cuenta su rutina diaria: “Voy a la Escuela N.º 44 Juana Paula Manso, estoy en tercer grado y practico taekwondo, bochas y tenis de mesa”. A su lado, su mamá, Susana Ortiz, y Teresa Sánchez, la acompañante del centro terapéutico al que Félix asiste, se abrazan entre risas y lágrimas. “Estoy muy contenta, es como que siento todos los sentimientos juntos, porque no pensamos que llegaríamos a esto. Es muy lindo verlo a él con su prótesis y saber que cada día irá progresando más”, celebra Susana.
Rosana Pagano y su equipo del Área de Servicios de Kinesiología y Rehabilitación del Hospital Mi Pueblo de Florencio Varela son parte de este grupo que, junto con especialistas del Centro Terapéutico Ruca-Hueney y el trabajo práctico de lxs estudiantes de la licenciatura de la UNSAM coordinado por el profesor Rubén Corrao, hoy logran lo imposible: mejorarle la vida a pacientes amputadxs o con problemas de movilidad congénitos en el marco de un sistema sanitario y educativo público cada vez más abandonado.
Conocé el vínculo entre la UNSAM y el hospital público de Florencio Varela que cambió la vida de Félix y de tantas otras personas en esta nota.