Emplazada en Villa Ballester, la Cooperativa de Trabajo 19 de Diciembre es una experiencia autogestiva y popular que inició su aventura en 2002: hoy, bajo un enorme tinglado, se erige en cuatro plantas repletas de balancines, herramientas y prensas hidráulicas de 150 toneladas guiadas por 16 operarios que producen autopartes, matricería y trabajos de herrería, entre otros productos. Las mesas circulares de hierro del Campus Miguelete en las que estudiamos y tomamos mate, por ejemplo, se fabricaron allí.

“Nuestra cooperativa es una las más antiguas del país, le aportó muchísimo a nuestra universidad y a nuestro territorio educativo”, cuenta Gisela Bustos, miembro de la cooperativa y directora del Centro Universitario San Martín (CUSAM), que funciona en la Unidad Penal N.º 48 de José León Suárez. “La coope forma parte de la Mesa Reconquista, integrada por otras instituciones del territorio que nunca bajan los brazos y emergen en el medio de las mayores dificultades”.

La cooperativa produce en forma conjunta con la fábrica de los hijos de los dueños de la ex ISACO —recuperada en 2002 por lxs propios trabajadorxs, que se organizaron en asamblea tras la emisión de un decreto de quiebra— y alberga en su inmueble a las cooperativas EDY Ltda, Textil Group Ltda, Belle Style Ltda. Además, mantiene un espacio para el Taller de Refrigeración y Aire Acondicionado de Pablo Palmisano, un estudiante del CUSAM que recuperó su libertad y está concluyendo su carrera en el Campus Miguelete (ver recuadro).

“Cuando estábamos en la toma y cortamos la calle, el barrio siempre nos ayudó. Nos traían comida, nos dejaban entrar a su baño y siempre nos dieron una mano. Por eso, nos comprometimos a dejar algo para el barrio cuando volviéramos a producir y abrimos el bachillerato en 2005”, celebra Enrique Iriarte, presidente y fundador de la cooperativa, que en agradecimiento al barrio y su apoyo a la lucha de los trabajadores, creó el Bachillerato Popular 19 de Diciembre (escuela secundaria para jóvenes y adultos) y la Biblioteca Popular Carlos Fuentealba, que también funciona adentro de la fábrica.

La historia completa de la cooperativa, en esta nota. Y algunos testimonios de sus protagonistas, en esta producción audiovisual.

Estudió en el CUSAM y hoy vuelve al penal para enseñar un oficio: “La Universidad me encontró en la cárcel”

Pablo Palmisano abre la puerta de su Taller de Refrigeración y Aire Acondicionado, alojado en el enorme tinglado de la Cooperativa de Trabajo 19 de Diciembre, y pide disculpas por el desorden. “Recién estoy empezando a acomodar. Después de recuperar mi libertad, me dieron un espacio aquí para poder desarrollar el taller porque, donde vivo, no tengo lugar”, cuenta. Comenzó a estudiar el oficio en la Unidad Penitenciaria N.° 48 de José León Suárez, y hoy vuelve a la cárcel para enseñar.

Mientras estuvo detenido, a la par que comenzó un proceso de lucha contra las adicciones, terminó el secundario, empezó la Licenciatura en Sociología y se formó como técnico en Refrigeración y Aire Acondicionado. Hoy, además de su taller en la cooperativa, está a punto de recibirse y ama enseñar. “Para mí, la docencia es un acto de amor. Yo recibí ese amor y ahora trato de transmitirlo”.

Conocé la historia de Pablo en esta nota.